Es completamente normal tener miedo o respeto al parto, aunque ya no seas primeriza.
Pero el parto es una experiencia, como la llamaría? extrasensorial.
Y es que a toda mujer que le preguntes por su parto, te lo podrá contar pero definirá su recuerdo de éste como " lo tengo borroso", aunque ocurriese hace dos días.
Y es que la mujer desde que empiezan las primeras contracciones experimenta un viaje entre lo sensorial y lo místico.
Lo recuerdo como la experiencia más profunda y más salvaje de mi ser.
Recuerdo estar en casa con contracciones preparatorias durante 24 horas, y estar rodeada de gente. Mi cuerpo estaba allí presente, pero era como si yo estuviese en otra dimensión. Viviendo el momento rodeada de estrellas en medio de un gran vacío.
Notaba dolor, pero con cada contracción me sentía mejor.
Me hablaban, les oía pero no les escuchaba cerca, sino que muy lejos.
Las horas en el paritorio se detuvieron, allí no era de día ni de noche, entraba gente y salía, pero yo no los veía. Sólo me oía a mí misma y a mi bebé en mi ser.
Siempre había tenido pudor a desnudarme allí, pero eso ya no importaba. Fue la experiencia más salvaje que he vivido nunca, y no salvaje por que fuese brutal, sino que era algo que venía de lo más primitivo de mi persona, una sensación de estar sola en medio de la naturaleza desnuda y pariendo a mi hijo.
A cada momento notaba como mi cuerpo se iba abriendo más, y sentía a mi pequeño bebé encajándose para prepararse a salir.
Una vez leí (no recuerdo donde fue) que la mujer cuando se pone de parto se aleja de la tierra sola y sube hasta el firmamento para encontrarse con las estrellas, y termina volviendo a la tierra acompañada de su bebé.
Eso es exactamente lo que yo sentí. Estaba allí pero no estaba, oía pero no escuchaba, sentía pero no padecía, el tiempo se paró. O eso es lo que recuerdo de forma "borrosa".
No debéis temer al parto, sólo vivirlo intensamente. Es una sensación única.
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