¡Hola Cangurines! Hoy vuelvo para contaros qué métodos utilicé para conseguir mi segundo embarazo, y parece ser que me sirvieron bastante ya que en sólo dos ciclos me quedé embarazada.
Hace un tiempo os hablé de los diferentes métodos de reconocimiento de la fertilidad femenina y podéis volver a leer sobre ellos aquí.
En esta ocasión me basé en el método sintotérmico, una mezcla entre la toma de la temperatura basal y el reconocimiento del flujo cervical.
Cada mañana durante todo el ciclo tomaba mi temperatura basal de forma oral hasta localizar el día en el que ya había ovulado, y lo localizaba por la subida de la temperatura. Junto con la detección del flujo clara de huevo tenía suficiente información como para saber que estaba en mis días fértiles.
Insisto que si no conocéis los métodos de los que os hablo y queréis saber más, pasad por aquí y así tendréis más probabilidades de quedar embarazadas al aprender a reconocer vuestros días fértiles.
Todas las temperaturas que me iba tomando, así como cualquier variación en el flujo cervical lo anotaba en un gráfica por días, de modo que se aprecia perfectamente la subida de temperatura post-ovulación, y otros detalles que me dieron los primeros indicios de que podía estar embarazada.
Como veis en la imagen, la gráfica corresponde al ciclo en el me quedé embarazada, mi ciclo comenzó el día 2 de junio ( primer día de menstruación), y estimo que el día 18 se produjo la ovulación, ya que se ve en la gráfica que al día siguiente aparece la subida de temperatura y el día 18 fue el último día con presencia de flujo clara de huevo.
A partir del día 18 aparece claramente una subida de temperatura que 4 días después desciende de nuevo y al siguiente día se vuelve a elevar con más intensidad, y ya permanece alta durante toda la gestación. Esa segunda subida de temperatura es lo que me dio fuerzas para hacerme un test de embarazo tres días antes de la falta y resultó... BLANCO NUCLEAR!!!
Pero en el fondo intuía que algo estaba pasándole a mi cuerpo y esperé a tener dos días de falta para volver a repetirlo. No notaba nada en concreto, sólo era puro convencimiento, pero no terminaría de creérmelo hasta ver las dos rayitas marcadas en el test de embarazo, ya que en mi anterior embarazo, el Cangurín tardó 6 largos ciclos en aparecer, y ya sabéis la de decepciones que supone, mes tras mes, ver aparecer a la indeseable.
Pues bien dos días de falta me dieron un resultado que casi nadie hubiera dado por positivo más que yo. Allí estaba una rayita fantasma casi inapreciable, que conforme pasaban las horas se iba difuminando más y más hasta desaparecer. Para otras personas hubiese sido una línea de evaporación, para mí, era un positivo.
Al día siguiente con la primera orina de la mañana, lo volví a repetir y ahí estaba mi rayita, algo más marcada pero todavía bastante clarita.
Y como yo soy muy previsora y pensaba que la búsqueda de este segundo embarazo me iba a llevar más tiempo del que me realmente me llevó, encargué por Amazon un lote de 10 tests de embarazo a un precio muy muy económico. Así que imaginaos que bien me lo pasaba haciendo tests de embarazo cada día para ver como evolucionaba la rayita.
A día de hoy sigo embarazada de 12+1 y con mucha ilusión y ganas de conocer al pequeño/a que viene en camino.
¡Nos leemos muy pronto Cangurines!
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