Mi bebé tiene casi 14 meses. Y hace unos días le enseñé una actividad que le encantó más que un juguete nuevo. Jugar con garbanzos y botellas.
El objetivo de la actividad es sacar los garbanzos de su recipiente e ir metiéndolos por el cuello de una botella.
Esta acción ayuda a los peques a desarrollar la psicomotricidad fina, la coordinación, la concentración, así como reconocer nuevas texturas, y además les encanta. Mi peque estuvo jugando durante una hora.
El tema es que primero les enseñéis como se hace, para que ellos aprendan a desarrollar la actividad por imitación, y una vez que ya se han hecho con ella, dejarles que experimenten solos. Siempre hay que supervisarlos si son pequeños porque pueden tragarse los garbanzos.
Evitad cualquier fuente de distracción en el momento de la actividad porque el niño se desconcentrará y perderá la atención por jugar.
Sólo se necesitan garbanzos (también pueden ser macarrones, u otro elemento) y botellas con cuellos de diferentes tamaños.
Lo suyo es que empecéis con cuellos de botella anchos para que al bebé le resulte fácil meter los garbanzos. Si el cuello es demasiado pequeño y no consigue meterlos, se sentirá frustrado y abandonará la actividad.
Una vez que veamos que lo consigue y le resulta fácil, podemos pasar a cuellos de botella más estrechos.
Está actividad se puede realizar con bebés de más de 11-12 meses. Cuando el niño se cansa de jugar, lo mejor es recogerlo todo y no volver a ofrecerlo hasta pasados dos días al menos.
El caso es que mi Cangurín disfrutó muchísimo y aprendió rapidísimo.
Os ha gustado? Pues no os perdáis próximas entradas con más actividades didácticas. Nos leemos pronto!
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